La Otra Escena del Meme (CUWU)
LA OTRA ESCENA DEL MEME
Introducción:
En el meme contemporáneo es posible encontrar una variedad de elementos sociológicos, antropológicos, psicológicos, comunicacionales, estéticos y demás, que a esta altura son fáciles de reconocer en forma de patrones, recursos de estilo, identificaciones, referencias, etc. Al estar tan inmersxs en una exposición constante a los memes, algunas de sus partes se nos sobresalen del texto y resultan sencillas de recortar y reconocer como tales en una mirada superficial, logrando así una mayor (exponencial) democratización y masificación del consumo y producción de memes. No obstante, no es la intención de este trabajo considerar estos indicadores sino pensar otros aspectos, alcances y limitaciones del meme que no resultan tan accesibles y permanecen en las tinieblas, requiriendo un descenso más cauteloso hacia sus profundidades para aprehender qué dice más allá de lo que parece que dice. Estos elementos ocultos, subterráneos, no por permanecer en el subsuelo tienen menos efecto sobre lo que sucede en la superficie: ocurre más bien lo contrario. La capacidad de acción transformadora de una cosa -en este caso el mensaje que transmite el meme-, se vuelve tanto más poderosa cuanto más se ejerce de manera invisible e insidiosa (Bourdieu, 2000: 54).
El presente artículo procura generar preguntas más que sentenciar respuestas, movilizar hacia un ejercicio mental que sacuda ciertas estructuras que se dan como naturales o directamente se pasan de largo en el scroll de la vida cotidiana donde pareciera que a veces nos reducimos a un pulgar espástico y un ojo idiota que mira todo pero que no ve nada. Para esto intentaremos ubicar algunas categorías operativas que nos permitan aproximarnos al fenómeno de cómo se constituye el reverso del meme y cómo sigue funcionando en la oscuridad este resto oculto del fragmento del meme que, como un jirón, llega apenas a rozar la interfaz de la pantalla del dispositivo digital.
La otra escena
Freud (1905), en “La interpretación de los sueños”, dice que el contenido manifiesto del sueño, es decir, las imágenes y sensaciones que acceden a la consciencia y son recordadas, no son sino tan sólo un retazo del sueño que logró sortear la censura de la represión y, por consiguiente, el contenido latente, a saber, lo que permaneció sepultado, tiene que constituir correspondientemente el lado oscuro del sueño, la otra escena. Esta otra escena queda condenada a mantenerse reprimida ya que tiene imposibilitado su acceso como tal a la consciencia, de modo que sólo podrá emerger de tanto en tanto en su obstinada insistencia simbólica en forma de subrogados y sustitutos que se producen mediante los mecanismos desfigurativos de condensación y desplazamiento. El chiste (witz[1]), junto con el sueño, pertenece a esta categoría de formaciones del inconsciente que revelan la existencia y a su vez son el producto de la cadena simbólica que se encuentra alojada en esta otra escena (Lacan, 1957). Freud distingue como tres fenómenos de distinta naturaleza lo cómico, el humor y el chiste, siendo éste último el representante ideal del efecto de la combinación y juegos de palabras que dan cuenta de que la agudeza del chiste pertenece a otro orden y que “ha de situarse precisamente en la formación de esa palabra y el carácter de la palabra así formada” (Freud, 1905). Entonces, según Freud, la esencia del chiste radica en la técnica verbal, la formación y el carácter de la palabra inesperada así formada, y esta neo-formación da como resultado un más allá de la enunciación -de lo que se dice- ya que en la combinación de palabras queda un resto que se pierde por el principio de economía, este resto marginado y forzado al olvido que cae por debajo (unterdückt/ vedrdrängt) constituye la otra escena inconsciente, que al ser iluminado (lo reprimido) fugazmente en el destello del chiste produce su placer característico al relajar momentáneamente la costosa represión y permitir que un representante de lo pulsional reprimido acceda, aunque sea por un instante, a su meta: la consciencia.
No obstante, Este mecanismo sirve para describir exclusivamente el chiste freudiano, es decir la interpretación y conceptualización del descubrimiento que hace Freud de la relación entre el chiste y el inconsciente. Como se explicó antes, existen otras formas de humor y comicidad que no necesariamente cumplen con estas características. Sin embargo, pensar los memes a la luz de esta idea freudiana puede resultar una maniobra que abre nuevos horizontes y líneas de pensamiento, sobre todo para analizar la relación entre los memes y el inconsciente. Esta línea de trabajo es la que se propone en el presente texto.
El meme detrás del meme
Richard Dawkings acuña el concepto de meme en su libro “El Gen egoísta” (1976) cuya teoría no vamos a reproducir aquí, mas lo que nos interesa rescatar es una distinción particular que realiza en torno a su hipótesis sobre la “unidad mínima de la vida” que propone como objeto de estudio de la biología. Según Dawkings, el cuerpo del organismo viviente es un mero vehículo, una cáscara, una survival-machine (máquina de supervivencia) cuyo único objetivo es mezclar y recombinar los genes y ser un vehículo temporario estos, resultando así la propia caducidad de los cuerpos una inevitable consecuencia de la reproducción sexuada. Así las cosas, Dawkings propone como unidad mínima de medida de la vida no los genes, ni los cuerpos, ni los individuos, ni la especie, ni los grupos, sino los inmortal coils, la unidad mínima de la replicación y la auto-conservación, que define como “cualquier porción de material cromosomático que potencialmente sobrevive durante las suficientes generaciones para servir como unidad de selección natural” (Dawkings, 1976). Serían estas “unidades inmortales” -como el “Alien” de Ridley Scott (1979) o el concepto de laminilla[2] de Lacan (1964b)- la pura vida indomable, imperecedera y eterna. Más precisamente, el Gen Egoísta está constituido por patrones (clusters), grupos de cromosomas separados pero enlazados que funcionan como una unidad: “todas las réplicas de un bit particular de ADN distribuidas alrededor del mundo” (Dawkings, 1976). Siguiendo esta distinción, de aquí en adelante nos referiremos a las máquinas-de-supervivencia (survival machines) como la forma encarnada y particular de la universalidad de los replicadores.
Dawkings (1976), luego ensaya el malabar conceptual de una extrapolación arriesgada pero que tuvo una gran adopción y expansión en distintos campos teóricos: si el gen egoísta es la unidad mínima de la vida biológica, por replicarse a sí misma y ser inmortal, el meme es -por analogía- lo mismo para la vida cultural, es decir, la unidad mínima de la transmisión cultural, una entidad (idea) capaz de ser transmitida de un cerebro a otro, con vida propia, auto-replicable e infinita.
No obstante, en este punto debiéramos tomar con pinzas lo que afirme un biólogo sobre la teoría cultural, ya que Dawkings entra en un terreno pantanoso cuando propone la analogía de “biologizar la cultura”. Pasar del gen al meme en un salto acrobático transdisciplinar. Nosotros le recomendaríamos que se limite a su campo de estudio, la biología, si no quiere pisar en falso (Zizek, 2006). Así y todo, la fundación del concepto meme es interesante para ordenar ciertos fenómenos de la experiencia y sirve como analizador a priori, siempre y cuando no tomemos esta débil armazón conceptual por un edificio de absoluta solidez.
Sobre este asunto podemos encontrar que esta concepción teórica de Dawkings es del todo coherente con el concepto freudiano de la otra escena: algo se agita en la oscuridad, algo vive y se mueve en el fondo, aunque no podamos del todo acceder a Ello. Por ejemplo, la madre de Norman Bates[3] está efectivamente viva aunque haya muerto hace años. Su cadáver permanece embalsamado en ambos sentidos, material y simbólico, resistiendo el proceso de putrefacción y convirtiéndose en un meme en la cabeza de Norman Bates. Su sobrevida se extiende aún más allá de la caducidad de su cuerpo-máquina-de-supervivencia. Claro que en caso de una psicosis como la del personaje ficticio de Hitchcook resulta sencillo reconocer estos fenómenos que se presentan a cielo abierto. No obstante, veremos que también es posible encontrarlos -bajo la luz adecuada- trabajando de maneras subrepticias y sub-discursivas en otros ámbitos de la vida cotidiana y, sobretodo, en los memes.
Como conclusión de esta parte, lo importante es que se pueda reconocer la distinción entre el meme-máquina (de supervivencia) como el producto final que se presenta en nuestras pantallas, es decir, la imagen-texto terminada que pertenece al registro de lo enunciado, el contenido manifiesto y superficial, y por otro lado el meme-replicador, el meme detrás del meme alojado en la otra escena, el contenido latente y oculto que constituye la unidad mínima de significación e indica un más allá de lo que se dice: el producto metafórico[4] de la combinación sexuada de los meme-máquinas[5].
Memeanálisis dialéctico: 60s Spiderman y culpa
Ahora, vamos a poner todas estas categorías a trabajar en un caso concreto y a observar qué es lo que encontramos allí. Para esto vamos a analizar una progresión dialéctica de cinco divertidos (y ya vintage) memes de la serie animada de Spiderman de la década de 1960. La idea principal es poder encontrar esta diferenciación entre el meme-máquina y el meme-replicador, qué es lo que las distingue y constituye como tales, y ubicar algunas categorías de su funcionamiento propio. En un primer acercamiento a este binomio máquina/ replicador, lo más sencillo es homologar este último a lo que se conoce usualmente como “template” o formato del meme, es decir, la plantilla, la estructura “en blanco” que funciona como marco o imagen a llenar contingentemente con el texto particular que encarna el mensaje o chiste en un momento dado. Los ejemplos clásicos son la troll face, el meme de Drake, cheems, etcétera, que serían el meme-replicador, universal e inmortal, que vive en la estratósfera de la memoria colectiva y es llamado a bajar de sus cielos para particularse en un meme aquí y ahora.
Este sería la plantilla del meme “pura”, lista para ser llenada de significación:
Como se puede apreciar, es esta una imagen confusa y ambigua que no dice mucho por sí sola. Es a partir de la adición de un cliché o significación colectiva, un código que se comparte, transmite y replica, que el meme se constituye como tal. La interpretación que el sujeto social de la cultura memística decidió para esta imagen era la idea absurda de que Spiderman tiene las manos ocultas porque está masturbándose, y así, instalar la primera premisa que desencadena el juego metonímico y metafórico de las sucesivas subversiones del sentido.
Ahora, pasamos a la serie progresiva de memes encarnados, meme-máquinas, y las variaciones que se sucedieron a partir de esta premisa inicial. Cabe aclarar que todos estos memes son “naturales” y “salvajes”, es decir flora-fauna internetística producida espontáneamente encontrada en la internet. Con esta nota se intenta hacer hincapié en la naturaleza empírica de esta pequeña muestra.
IMG 2
Premisa 1a: “Wow, las personas tienen vidas sociales tan interesantes, y yo estoy simplemente sentado aquí masturbándome”. Spiderman siente culpa por estar simplemente sentado ahí masturbándose mientras -percibe que- las personas tienen una vida social tan interesante de la que el carece.
Premisa 1b: “Todxs mis amigxs están inventando drogas y curando el cáncer, y yo estoy simplemente sentado aquí masturbándome”. Spiderman siente culpa por estar simplemente sentado ahí masturbándose mientras -percibe que- todxs sus amigxs están haciendo cosas productivas y para el progreso de la humanidad como inventar drogas y curar el cáncer. Aquí ya se agrega una nota extra de ironía mediante la exageración del argumento inicial.
En este nivel 1 podría decirse que la lógica de Spiderman no está tan errada ni es tan descabellada. Es decir, según lo que el sentido común indica, es mejor ser productivx y tener una vida social interesante que estar simplemente sentado ahí masturbándose: Spiderman debería salirse un poco de su onanismo compulsivo e involucrarse en alguna actividad sublimatoria socialmente aceptada y construir lazos afectivos con la comunidad. Pero en el siguiente movimiento el argumento inicial toma un giro inesperado.
Premisa 2a: “Todo el mundo (everybody) está haciendo un meme de Spiderman masturbándose, y yo estoy simplemente sentándome acá masturbándome”. En esta variación la cosa ya se desvirtúa un poco, hay un deslizamiento del sentido original y hace su aparición un elemento meta-memístico. Lo que cambia es que toda la gente ya no está salvando el mundo ni teniendo vidas sociales tan interesantes: están haciendo memes de Spiderman. Lo cual, por más importante que pueda ser para la realidad subjetiva de cada quien, y no hay ningún problema con eso, resulta ciertamente menos espectacular que lo enunciado en los memes de las premisas 1a y 1b.
Premisa 2b: “Spiderman todavía está al otro extremo de la habitación masturbándose, y yo estoy simplemente sentado aquí masturbándome”. Esta variación no aporta nada significativamente nuevo, es una mutación meta-memística de la anterior. Se mantiene en la línea de la premisa inicial.
IMG 3
En esta nueva torsión de sentido (IMG 3) es donde se revela lo interesante de este análisis según la forma que proponemos de pensar a los memes. Lo ominoso, el núcleo irreductible de esta serie de memes, la esencia del mensaje que intenta transmitir nos muestra así su verdadero rostro. ¿Qué es lo que permanece constante e invariante a lo largo de toda esta progresión y deslizamiento de sentidos? Respuesta: la parálisis y el onanismo de Spiderman. Esta es –retomando metafóricamente la definición de Dawkings- la “porción de material cromosomático que potencialmente sobrevive durante las suficientes generaciones para servir como unidad de selección natural”, la unidad mínima que se replica a sí misma haciendo uso de los meme-máquinas (1a, 1b, 2a, 2b, etc.) como si de envases corporales descartables se tratara. La evidencia es que esto es lo que permanece inmutable, mientras los demás detalles contingentes se pierden o transforman en el struggle for survival, en la competencia del ambiente memístico por los recursos de atención, replicación, copia y distribución.
Entonces, si ésta lógica es correcta, es posible afirmar que el meme-replicador que está detrás de los meme-máquinas es la frase inextensible e irreductible que hace referencia a la masturbación, la parálisis, el aislamiento y, podemos agregar, al sentimiento de culpa de Spiderman. “El onanismo ominoso de Spiderman” podría ser el título rimbombante de este trabajo, o en criollo, “La parálisis pajera de Spiderman” (equisde).
Entonces, es posible esbozar una articulación entre el meme-replicador como la idea o unidad mínima de significación que circula por la otra escena, el ámbito de lo inconsciente, y que puede ser invocada, eventualmente, a surgir en la superficie indicando indirectamente la posición del sujeto y conjurando mediante esta identificación exitosa su potencial “contagio mental”. Es en esta juntura donde es posible hacer confluir ambos conceptos, del psicoanálisis freudiano con la biología neo-darwiniana de Dawkings. Si bien no son equivalentes, ni mucho menos, se tocan, se cruzan en lo que Lacan denominó la cadena significante inconsciente que se aloja en el Otro, lugar y sede del significante y todas sus combinaciones posibles (Lacan, 1957). Es a partir del hecho de que el meme-replicador como mensaje o idea remita a algo de lo oculto en la otra escena que puede producirse el plus de significación y, en consecuencia, el efecto del chiste. Al suspender momentáneamente la represión (de la culpa, en este caso) el representante pulsional toca la consciencia produciendo una sensación de alivio e identificación (con Spiderman) que se manifiesta en la risa. Pero aún hay más, esta otra escena inconsciente es inaccesible de conocer como tal debido a lo traumático (Real) de su contenido imposible de simbolizar. Lo que está en juego en la formación del meme es su capacidad de iluminar con su “flash”, en un destello, por un instante y de manera oblicua, la posición de lo reprimido en la otra escena a través del meme-replicador como agente de iluminación. “El inconsciente, precisamente, sólo se aclara y se nos confía cuando miramos un poco al lado” (Lacan, 1957). Entonces el meme-replicador roza, como de pasada, un significante o idea inherente a la fibra íntima del sujeto, designando, siempre al lado, lo que sólo se ve mirando en otra dirección, para volver a cerrar los postigos del inconsciente al momento siguiente. No obstante, queda el rastro, la estela del paso del meme, la risa que indica el contagio mental y la replicación del meme que dan cuenta de su efectividad.
En el caso de Spiderman, esperamos que haya quedado demostrado cuál es el mensaje de fondo que se oculta tras la aparentemente ingenua risa: el sentimiento de culpa constitutivo del sujeto del capitalismo tardío que se produce como sujeción biopolítica ante los imperativos de consumo y sus consecuencias. El discurso capitalista promete falazmente alcanzar la felicidad a través del consumo de productos y experiencias, la compra compulsiva y los mandatos individualistas y meritocráticos que disuelven el lazo social, convirtiendo a la sociedad en un desagregado de individuos narcisistas encerrados en un goce autoerótico de pantallas y gadgets. El sentimiento de culpa de Spiderman, al principio, es por “no gozar lo suficiente” o por no gozar tanto como lo que los demás están gozando, según cree. Pero finalmente, cuando caen estas explicaciones (IMG 2a, IMG 2b) se ve que la culpa es inmanente a la personalidad de Spiderman, su culpa se explica por sí sola, o mejor, no necesita explicación: es la única certeza que Spiderman tiene a lo largo de la serie progresiva de memes. La subjetividad de la época actual se encuentra en una encrucijada similar, condenada por esta prisión culpógena y endeudada y arrojada a la parálisis y al alejamiento del deseo (Deleuze, 1990, Lazzarato, 2017). Esta es la paradoja y la moraleja de Spiderman, que sintomáticamente ilumina y nos recuerda las condiciones actuales de nuestra propia existencia.
En conclusión, la idea de este trabajo es levantar una señal de alerta sobre los usos y abusos de los memes, que se presentan como un dispositivo ingenuo de diversión superficial y pasatista, mas también resultan ser veladamente unos potentes vehiculizadores de ideas y mensajes capaces de llegar hasta los resquicios más recónditos de la subjetividad. Siguiendo la sugerencia de Byung-Chul Han (2014), “si el Big Data[6] proporcionara un acceso al reino inconsciente de nuestras acciones e inclinaciones, sería pensable una psicopolítica que interviniera hasta en lo profundo de nuestra psique y la explotara”. Produciendo así la auto-explotación del individuo convirtiéndolo en Amo y esclavo de sí mismo, es decir, esclavo absoluto (Byung-Chul Han, 2014). Conviene entonces tomarse un minuto y pararse a pensar qué es lo que vemos más allá de lo enunciado, qué discursos reproducimos y nos atraviesan cuando creemos que estamos utilizando a los memes, cuando en realidad son los memes los que nos utilizan y hablan a través a nosotrxs.
BIBLIOGRAFÍA
- Bourdieu, P. (2000). La dominación masculina. Editorial Anagrama.
- Byung-Chul Han (2014). Psicopolítica. Pensamiento Herder.
- Dawkings, R. (1976). El gen egoísta (The Selfish Gene). Editorial Oxford University Press.
- Deleuze, G. (1990). Post-scriptum sobre las sociedades de control. L’Autre journal Nº1.
- Lacan, J. (1957-58/1999). El Seminario. Libro 5: Las formaciones del inconsciente, Paidós.
- Lacan, J. (1964b). Posición del inconsciente. En Escritos 2. Siglo XXI, 2008 (Ed. revisada).
- Lazzarato, M. (2017). La fábrica del hombre endeudado. Ensayo sobre la condición neoliberal. Amorrortu Editores.
- Freud, S. (1905). La interpretación de los sueños. Círculo de Lectores.
- Freud, S. (1905). El chiste y su relación con lo inconsciente. En Obras Completas, Tomo VIII, Amorrortu Editores.
- Zizek, S. (2006). Memes, memes por todas partes. En Órganos sin cuerpo. Sobre Deleuze y sus consecuencias. Pre-textos, 140-146.
[1] “Witz”, la palabra que utiliza Freud, no tiene un equivalente exacto en el español. Generalmente se lo traduce como chiste, agudeza u ocurrencia.
[2] Lacan se utiliza el mito e imagen de la laminilla para figurar lo que llamamos libido: puro instinto de vida, forma infinitamente más primaria de la libido. “Nuestra laminilla representa aquí esa parte del viviente que se pierde al producirse éste por las vías del sexo” (Lacan 164b: 806). “La libido es esa laminilla que desliza el ser del organismo hasta su verdadero límite, que va más allá que el del cuerpo” (Lacan 1964b: 806). “Supongámosla, ancha crepa para desplazarse como la amiba, ultraplana para pasar bajo las puertas, omnisciente por ser llevada por el puro instinto de la vida, inmortal por ser escisípara” (Lacan 1964b: 804).
[3] Protagonista psicótico y serial-killer de la película “Psicosis” (Hitchcook, 1960).
[4] Hacer hincapié en que en la operación metafórica hay algo que se pierde y cae por debajo en la cadena significante, eso es lo que forma la otra escena.
[5]“MEMEANÁLISIS E5: SOBRE LA NECESIDAD DE DIFERENCIAR EL MEME-REPLICADOR DEL MEME-MÁQUINA”, lokes.123 (2021). Recuperado de: https://youtu.be/8wPkBY9tIn8.
[6] Dispositivo biopolítico por excelencia.
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